Morse a los latidos

Maritza, 17 años.
Medellín Antioquia, Colombia.
¿Para qué ponerle clave morse a los latidos? Pues bien, pasa seguido que lo esencial, es invisible a los ojos.

Observadora compulsiva con retentiva variable. Peliculera, todavía más empeliculada.
¿Música? ¿Qué es eso? ¿una religión? ¿para admirar, para soñar, sentir en las venas, en los pelos, llorar, reír e inspirarse locamente? Claro.
¿Dos palabras? Ensimismar y Saltimbanquis.
Yo de la vida, tengo la vida ¿Para qué mas? Con eso sueño gratis y tanqueo los patines para seguir el viaje. Me gusta lo sencillo, el helado, el color gris, el azul, el amarillo, el blanco y el café; que me regalen palitos de la calle con moños azules; las carcajadas espontáneas; los ataques creativos; los besitos en la mano; la sandía; los personajes raros; los cuentos largos, los cuentos cortos; los charcos sin gente, la lluvia y el frío
.